Por Gerson Gómez
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Taitung, Taiwán. Cuando logras llegar al cielo te das cuenta de cuán pequeños somos, y para llegar al cielo no hay mejor forma que hacerlo en globo desde Taitung. Volar en globo es una sensación tan increíble como ver el mar por primera vez u olvidar que no existen más fronteras que las ideológicas. En Taitung -un condado del oriente de la República de China (Taiwán)-, han comprendido que son un puerto para llegar al cielo.
Por tercer año consecutivo, desde un punto medio de las montañas en el pueblo de Luye, se realiza el Balloon Fiesta (Festival del Globo), en el que al menos 20 pilotos de 20 países del mundo se agrupan desde el 12 de junio y hasta el 11 de agosto para conquistar los cielos del suroriente de Taiwán; y con ello además ver el océano Pacífico desde una altura privilegiada.
“Tengo más de 1,200 horas de vuelo en globos, he volado por los cinco continentes y por más de once países. Desde el 2011 recibí una invitación del gobierno de Taitung para entrenar a nuevos pilotos y ser parte de esta fiesta”, dice a Siempre Nick Meleski, piloto estadounidense que está al mando de esta extraordinaria aventura. Junto a Meleski, también hay pilotos de Australia, Canadá, el emirato de Dubái, India, Nueva Zelandia, Suiza, Tailandia, Taiwán, Polonia, Japón, Lituania, Tailandia; República Checa e Inglaterra.
Este evento, atrajo durante el 2011 a casi 880,000 taiwaneses y durante el 2012 sobrepasó el millón de personas. “Para este 2013 esperamos que la cifra vaya en aumento, esperamos que este año 2013 se incremente mucho más”, dijo el gobernador de Taitung, Huang Chien-ting en conferencia de prensa.
Si bien la inversión que se ha hecho es millonaria, los beneficios también son considerables, puesto que el festival no solo incluye los globos, sino que además conciertos de bandas taiwanesas de diferentes géneros músicales, exposiciones gastronómicas, seguridad en el lugar conocido como Área Escénica Nacional del Valle East Rift en Luye, donde la vista queda enamorada de sus paisajes espectaculares y costas magníficas.
Las ganancias que dejó el turismo interno por el festival durante el año 2011 fueron de 68 millones de dólares; razón por la que además sigue en pie. “También es un evento pionero en el desarrollo de actividades de globos de aire caliente, especialmente en el cultivo de talento y destreza, en Taitung”, agregó el gobernador Chien-ting.
UNA VIAJE AL PASADO
Bajo el lema “Me encanta volar”, la ciudad invita a los turistas a volar sobre el cielo de Taitung, con vistas panorámicas de los paisajes donde aún se conservan las construcciones de las culturas aborígenes de la región. Desde lo alto se pueden observar templos de la cultura china y además los asentamientos de las etnias de la isla que a través de los milenios conservan sus costumbre, en un profundo respeto que los taiwaneses les han mostrado desde siempre.
La región también ofrece la oportunidad de relajarse y descansar en aguas termales en el hotel de Taitung, hacer paseos en bicicleta, nadar en algún río y disfrutar de las maravillas del té y la comida taiwanesa.
VALE LO QUE VALE
Hay dos formas de conquistar el cielo de Taitung desde un globo. La primera por un precio de 16 dólares (en 2013) en la que se tiene un ascenso de unos 500 metros, pero el globo sigue anclado al suelo por algunas cuerdas. Por espacio de 10 minutos se tiene la posibilidad de ver la maravilla de las sierras taiwanesas.
La segunda es un maravilloso vuelo de 30 minutos por toda la costa y las montañas de oriente, observando las maravillas de la tierra, por un costo de 280 dólares (en 2013).
“Es una experiencia que no me canso de repetir a pesar de mis más de 15 años de volar globos, la verdad cada vez es irrepetible”, expone Nick Meleski.
Los globos aerostáticos funcionan con una base de aire caliente que al ser menos denso, pesa menos que el aire exterior (frío) y por lo tanto recibe una fuerza de empuje hacia arriba.
DISEÑOS DIVERTIDOS
En todo el mundo cada vez son más originales los diseños de los globos. Este año en Taitung se presentaron dos muy peculiares, por ejemplo se pudo ver a un referente de las películas de “La guerra de las galaxias” como Darth Vader y también al popular ave del videojuego Angry Birds (Pájaros enojados). Ya sea de día o de noche… el cielo se conquista también desde Taiwán.