Por Gerson Gómez para diario El Heraldo
ggomezhn6@gmail.com
Twitter: ggomez_ZONA
Quizás nunca se fue. Pero para muchos Morazán volvió a casa.
La Casa de Morazán (máximo héroe centroamericano) es ya un hecho, 54 años después de que el expresidente Juan Manuel Gálvez lo ordenara mediante un decreto que se lee así: «Decreto No. 68. El Congreso Nacional. Artículo 1. Declarar monumento nacional, que debe conservarse como reliquia histórica, la casa donde nació Francisco Morazán».
Desde aquel año, la casa del General fue el local de farmacia «La Nueva» y la sede de la Biblioteca y el Archivo Nacional.
Sin embargo, desde el año 2008 funciona en el centro de la capital el Museo La Casa de Morazán, que «es un espacio dedicado al fomento, promoción y desarrollo del General Francisco Morazán», dijo el secretario de este centro, el señor Carlos Turcios, un verdadero morazanista desde su infancia.
De hecho, este edificio donde nació Morazán sirve como «biblioteca, tienda, librería, galería, archivo, fundación, instituto y museo morazánico y se atiende de manera gratuita a estudiantes y personas nacionales y extranjeras».
Aquí podremos encontrar cuanta información sobre Morazán sea requerida, tanto en físico como en digital, además se puede observar la habitación donde el prócer dormía, así como la sala de visitas. «En un futuro tenemos planeado crear el museo, para eso estamos reuniendo piezas que nos ayuden a organizarnos mejor».
En las paredes del mismo hay información y fotografías del General, así como las fechas de cada una de las batallas que realizó.
«Fueron unas 25 y todas feroces, pero sin duda la de Gualcho (Usulután, El Salvador) fue la más gloriosa, aunque en la de La Trinidad (Francisco Morazán, Honduras) se dice que desarrolló su habilidad e inteligencia militar», explicó Turcios durante un recorrido.
«Tenemos en la actualidad el ciclo de conferencias morazanistas, se imparte cada viernes de 4:00 PM en adelante y a partir del 20 de septiembre serán 3 diarias y vendrán especialistas del tema nacionales y extranjeros para dignificar y dar a conocer lo que se dice de nuestro héroe en el mundo», dijo el historiador.
El General vuelve a casa
En 1770 se construyó esta casa, «su primer dueño fue la señora Morataya, quien se la vendió en 1779 a Antonio Lozano, quien en 1785 la vendió a Antonio Pío Ortiz. Luego la compró Eusebio Morazán Alemán (padre) en junio de 1795 por 450 pesos. La familia Morazán Quezada la tuvo hasta 1846, es decir unos 50 años», contó.
Pero no fue hasta 1954 «cuando el Gobierno la compró por 300 mil lempiras y funcionó aquí la Biblioteca hasta 2007». Y a partir del 20 de octubre de 2008 volvió a ser La Casa de Morazán.
«Ramón Villeda Morales es el gran forjador del Instituto Morazánico, luego Gálvez ordena comprar la casa y fue hasta el 2008 cuando se hace justicia, porque imagínese que Morazán en Honduras aún es incomprendido como en su tiempo. En El Salvador es el héroe nacional y le dan guardia en su tumba las 24 horas del día». La casa está abierta y Morazán ya está en ella.